Este proyecto empezó hace varios años, cuando junto a mis amigos de la universidad comenzamos a notar la triste realidad de los cachorros abandonados en las calles de Lima, muchos en condiciones que rompen el corazón. Desde entonces, junto a un grupo de voluntarios comprometidos, salimos cada domingo en una vieja camioneta a recorrer las calles de Lima en busca de animales desamparados.  Los encontramos en los lugares más inimaginables, a menudo entre los basurales, llenos de heridas físicas y emocionales. Lo primero que hacemos es llevarlos al veterinario para que reciban atención médica urgente, y luego, tras cuidarlos y verlos mejorar, compartimos sus fotos en redes sociales con la esperanza de encontrarles una familia que les brinde el amor que tanto necesitan. Personalmente, he adoptado a dos perritos y un gato, y puedo decir que esta experiencia ha transformado mi vida por completo, llenándola de felicidad. Invito a todos a sumarse a esta causa; no solo cambiarás la vida de un animal, sino también la tuya.